jueves, 27 de marzo de 2008

Regreso victorioso


Tomar decisiones: acción cotidiana a veces simple
por momentos angustiante por el vacío que nos provoca
la incertidumbre de lo que hubiera pasado si hubiéramos elegido la opción desechada.


Decidir entre el "deber ser" y el "querer ser" es un paradigma históricamente presente en nuestras vidas. Asumir las consecuencias de elegir por la primera, cosecha el precio de resignar nuestros deseos por la conformidad de seguir al malón. Elegir la segunda opción, será probablemente el camino que más placer nos dará al alcanzar los resultados -siempre que sean positivos-, pero puede volverse un camino sinuoso, constantemente amenazado por posibles avalanchas. El quid de la cuestión es lograr salir airoso de entre las piedras y seguir la marcha a pesar de los tropezones. Continuar más allá de la incertidumbre, de nuestros miedos, y con la firme convicción de estar en el correcto camino: el que nos hará felices.


Hablo de una manera de hacer las cosas, de transformar las formas del decir y del hacer, de elegir nuestro camino a transitar, con subidas y derrapes. Un Sendero que nos conduzca al encuentro con nuestra/o guerrera/o interior, en dirección hacia la libertad de nuestro ser.


Puede ser fácil o difícil... sólo lo puede contar la/el que se anime a intentarlo.

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