"Los versos del poema intentan explicarnos el desgaste de energía que conlleva imponer nuestro discurso sobre el otro, en cualquier conversación, discusión y situación. Explica cómo cuando queremos imponer nuestra opinión y convencer al otro nos quedamos solos, perdemos la humildad, perdemos a los demás, y nos perdemos a nosotros mismos, en nuestros propios laberintos sin salida, en los que la soberbia nos deja dando vueltas inútilmente. Esa soberbia que nos hace intervenir en procesos, propios y/o ajenos y los corta, los arruina, dejándonos de nuevo en el punto de partida. El no dejar fluir la cosas, las situaciones con los otros y nuestra propia vida, cuando hablamos demás, y no seguimos contemplando los matices que nos ofrece cada momento, cegados por el deseo puro, la ira o el miedo. El texto, desinteresadamente y con poesía, no propone vivir en un estado zen absoluto, pero sí al menos tratar de estar un poquito más calmos para encontrar nuestras convicciones y nuestro camino sin tener por eso que ir chocando con los demás, y alejándonos de nosotros mismos".
1 comentario:
Preciosa!!! Seguís trabajando sobre tus sombras... Entendelas, amigate, sanate... porque el amor... perdón el AMOR te va a dar la Paz necesaria para transitar por un camino mejor... para vos... y todos los que aunque sea un minuto crucen tu camino.
Cuando logres un equilibrio amoroso... vas a descubrir la poca importancia que tiene, por ejemplo, querer imponer nuestra opinión... porque vos ya descubriste lo que otros aún no pueden ver...
Te quiero mucho!!!!
M.
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