lunes, 22 de octubre de 2007

En el camino de Freire

En realidad, si me pierdo en la cotidianeidad, perdiendo a la vez la significación de la tensión dramática de mi existencia, mi tendencia es volverme fatalista o cínico. Por otro lado, si busco emerger de la cotidianeidad en el sentido de asumir la dramaticidad de mi existencia, pero no me comprometo históricamente, no tengo otro camino que el intelectualismo vacío, igualmente alienado. De esta manera hablo de la existencia como desesperación o imposibilidad. De ahí que no tenga otra manera de superar la cotidianeidad alienante a no ser a través de mi praxis histórica, que es en sí misma social y no individual. Solo en la medida en que asumo totalmente mi responsabilidad en el juego de esta tensión dramática, es que me hago una presencia consciente en el mundo.
De esta manera no puedo aceptar ser un mero espectador; exijo, por el contrario, mi lugar en el proceso de la transformación del mundo. De esta manera entonces la dramática tensión entre el pasado y el futuro, entre la muerte y la vida, entre la esperanza y la desesperación, entre ser y no ser, ya no existe como una especie de callejón sin salida, sino que la percibo como es realmente: un permanente desafío al que debo responder. Y mi respuesta no puede ser otra que mi praxis histórica o, en otras palabras, mi praxis revolucionaria.
Paulo Freire

2 comentarios:

despejada dijo...

Que bueno que otros ya hayan logrado expresar lo importante de entender que el camino propio no es un camino ajeno al de otros ... Que Bueno que alguien como Paulo Freire logre con palabras tan claras, expresar lo revolucionario per se de la cotidianeidad (para entenderla tenemos que luchar permanentemente con nuestr@s comprañer@s)...
Gracias Zon por estas palabras tan alentadoras para empezar una semana más larga que la anterior...

Anónimo dijo...

Este fragmento de Freire no es tan conocido...
Que linda busqueda que haces abriendo(nos) este blog...