lunes, 6 de julio de 2009

Todo cierra

El sentimiento de rechazo muchas veces proviene de uno mismo, de creer que el otro tiene razón en no aceptarnos.
Al abrirle la puerta a los malos juicios, dejamos entrar un enemigo muy potente que nos quiere pisar, hasta convencernos de que no merecemos ser aceptados. Desterrarlo, es alejar por siempre la mentira de nuestro interior, pues
quien se siente rechazado no se acepta a sí mismo; mas quien se acepta a sí mismo, no conoce la palabra rechazo.


"Me acepto en el vacío,

me acepto en la incertidumbre,

me acepto en el amor,

me acepto en la luz,

me acepto en Unidad con todo lo que me rodea."



1 comentario:

lunaroja dijo...

Yo creo que la aceptación de uno mismo,es el trabajo más difícil para poder iniciar limpios un camino de trabajo interno.

LLevamos incorporadas huellas de desamor,de incomunicación de soledad,de dolor, de subestimación.
Y el aceptarnos a nosotros mismos tiene que ser el punto de partida para poder "ser" en consonancia con la Unidad y todo lo que nos rodea.

Y siempre estamos en el trabajo, siempre....