martes, 2 de junio de 2009

Servir es también Amar

He crecido y me han criado con la certeza de que no estamos para servir a nadie, ni como personas y menos como mujeres. Resistiendo y luchando contra cualquier forma de sometimiento, siempre he asociado el servicio al sometimiento de manera implícita.

Hoy he logrado conectarme con una parte interna mía que estaba dormida: una mujer de contextura pequeña, cabellos negros y ojos color café. Su mirada era constante, así como las tareas que realizaba: hacía artesanías, tejía en telar para las demás personas de su comunidad, cuidaba de sus hijos y atendía a quien le consultara por sus dolores y angustias. En sus ratos libres mantenía largas conversaciones con la Pachamama, sentada en el monte. Agradecía todo lo generosa que había sido la Madre Tierra con ella, y le pedía protección y liberación para sí misma y para todos a su alrededor. Hacía sus tareas con gusto, no por los demás, por ella y para quienes quisieran. Tenía muy en claro que su misión era servir a los otros, y lo hacía con amor y gratitud, y recibía todo cuanto necesitaba.
Había amor en su interior, había paz en su corazón.

Esta mujer me ha dejado pensando que puede existir una forma de Amor Generoso, sin por eso tener que desprenderse de quien uno es. No me someto porque doy, me libero porque he aprendido a dar.
Texto: Lamat Oxlahun
Imagen: "Wings of a dream" por Charles Frizzel

2 comentarios:

lunaroja dijo...

Cuánta verdad en estas palabras.
Me emociona leer que lo hacemos con tanto amor,nos recompensa mucho más que lo que recibimos.
Que el trabajo altruísta,que se asemeja al de la Pachamama,que nos recibió en su regazo sin pedirnos nada a cambio es el ejemplo de lo que puede ser la generosidad incondicional.

Siempre tuve conflictos con el sentirme quizás sometida al ser sencillamente una madre,una esposa,consagrada a mi familia.
Lo vi como trabajo,como entrega, sin dudarlo,sin sentirme jamás arrepentida.
pero el sentimiento de sometimiento,especialmente influída por todo lo externo,por algunos momentos fue muy fuerte.

Gracias por dejar este poetíco texto,que alimenta el alma.

un beso

Lamat Oxlahun dijo...

Gracias a tí, Luna Roja por compartir tu experiencia y por haberte brindado más allá de los condicionamientos sociales. Es MUY valioso de tu parte. Un abrazo para ti!